1- No controlar adecuadamente los costos 

Los principales activos de un Rentacar tienen una particularidad única, y es que están siempre en movimiento y tienen costos dinámicos asociados como multas de todo tipo, uso de tag, deterioro repentino por mal uso, etc.

Para mantener un control mínimo de esto, lo que habitualmente se hace en la industria es una estimación de "grandes números”, lo que es más bien una política doméstica de control, es decir: se concluye cuánto se gastó y si el número final es azul todo está bien, dejando de lado la naturaleza del gasto, no pudiendo saberse cuándo y cómo se produce, cómo reducirlo y cómo gestionarlo.

2- No cobrar lo justo y no cobrar a tiempo

No hay nada peor que a un cliente le cobren por algo que no utiliza, y sobre todo a nuestros queridos millenials que siempre preferirán pagar lo justo y evaluarán concienzudamente el servicio que van a contratar antes de decidir, por tanto es un error de raíz especular un gasto presunto (como el uso de TAG), y no llevar un control real de lo que el cliente gastó en realidad durante la utilización del servicio, omitiendo cobros o cobrando montos “aproximados” que muchas veces se alejan de la realidad.

3- No saber donde esta el inventario

Es sorprendente que los Rentacar no tengan la certeza de dónde están sus vehículos. Es increíble la cantidad de trabajadores abusivos que toman los vehículos de la empresa para trabajar en uber, viajar a la playa u otros fines reproductivos. 

4- Tener un proceso de facturación ineficiente.

Es vital para toda empresa de rent a car y leasing operativo, tener a fin de mes clara la cuenta de todo lo que gastó en multas, TAG, daños, malos usos, etc. 

Si los cobros o la información no llegan a tiempo, como por ejemplo el TAG y las multas, esto se traducirá en cientos de millones de pesos detenidos y mal invertidos.

5- Uso inadecuado del vehículo 

¿Tienes como saber si a tu Sedan de Lujo lo llevan a un congreso de Jeeps en pleno cajón del Maipo O si tu CityCar Japonés del año lo están usando para correr en el autódromo de las vizcachas? 

El descontrol sobre la utilización de los activos de un Rentacar es uno de los principales dolores no asumidos por estas empresas y que se traducen en perdidas millonarias en mantenimiento y renovación de flota.

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